En este post vamos a hablar sobre la denominada tele-basura y el impacto que tienen los programas televisivos de hoy en día en nuestra sociedad. Las cadenas de televisión no se interesan por el fin educativo o social de su programación, si no, únicamente, por sus ingresos.
Para llevar a cabo esta crítica he elegido el programa de la cadena Cuatro, Adán y Eva. Este programa es un reality show en el que los concursantes conviven durante una semana en una isla y al final de la semana tienen que decidir si han encontrado al amor de su vida y quieren seguir conociéndose. Lo innovador de este programa es que los concursantes se encuentran completamente desnudos. En el siguiente vídeo vamos a ver una pequeña introducción sobre el reality y el impacto que ha tenido en las redes sociales.
Por lo tanto, Adán y Eva ha sido uno de los estrenos más importantes de la cadena y ha supuesto una verdadera revolución en las redes sociales como twitter, que incluso creaba un hashtag, sin embargo, no todos los twitteros se han mostrado muy partidarios del nuevo reality.
Las críticas han oscilado entre aquellos que criticaban por qué a los chicos se les pixelaban sus partes nobles y a las mujeres no se les tapaban los pechos, hasta aquellos que directamente lo han calificado como un programa basura.
A pesar de todas estas críticas, lo que está claro es que el programa tiene audiencia y, por lo tanto, ingresos para la cadena, de lo contrario ya habría desaparecido. En el siguiente enlace podemos ver una noticia reciente en el que se muestran los rankings de los programas televisivos con más repercusión en la red, en el que este programa se encuentra en tercer lugar.
Ranking televisivo.
Desde mi punto de vista, todos los reality comienzan con un casting, y en este caso se han esmerado en buscar a gente sencilla, con un nivel cultural bajo y sin muchas aspiraciones en la vida. En este programa ha entrado gente que le da igual mostrar su cuerpo ante todo el mundo e incluso acostarse con una persona que acaba de conocer el primer día, exponiéndose a la crítica social. No es la primera vez que Cuatro crea un reality de montaje rápido, pero esta vez el arma de marketing ha sido la utilización del desnudo.
No podemos decir que utilicen a la gente que participa, ya que solo se apunta gente que quiere formar parte de ello, pero sí que nos utilizan a nosotros, ya que han conseguido captar la atención de la mayoría de los españoles gracias a la publicidad del programa antes de que empezara. El que la gente apareciera desnuda desde el minuto uno del programa ha supuesto nuestra curiosidad y captación.
Además no debemos olvidar que el programa se transmite en una franja horaria todavía infantil. Aunque el programa es denigrante para las personas que participan y para su dignidad, no olvidemos que ellos son quiénes eligen participar, y cada uno de nosotros somos libres de verlo o de cambiar de canal, al igual que la cadena de emitirlo, por lo que al menos deberían de hacerlo en una franja horaria que no sea accesible para los niños.
El programa en su defensa incluso llega a admitir que yendo desnudo es como volver al origen, de ahí el título del reality. Vienen a decir que la desnudez es sinónimo de transparencia exterior e interior y que si te conocen desnudo tus rincones más escondidos afloran por arte de magia. Esta afirmación es absurda a la par que falsa. ¿Nos están queriendo dar a entender que para conocernos mejor y que el amor aflore antes entre nosotros deberíamos de ir todos desnudos?
Aún con todo esto, lo que es innegable es que el programa tiene una gran audiencia y de todo eso los culpables somos nosotros. Estamos incluso inculcando a nuestros hijos a que vean este tipo de programación, cuando las cadenas televisivas deberían de procurar transmitir mediante sus programas un mensaje educativo o de concienciación. No hace falta ver documentales para aprender, incluso en los concursos de televisión, tanto niños como adultos, aprenden y retienen algunas cosas que les va a servir de algo en su día a día.
Por último he de decir que el motivo del éxito de estos programas se debe a que la sociedad de hoy en día no para en casa y es por las noches cuando aprovechan para poner esta serie de programación, ya que la gente busca algo que capte su atención, sea entretenido, pero no le suponga una gran concentración.
Adán y Eva.
¿Éste es el tipo de programación que queremos para nuestros hijos? ¿Que pensaríamos si participara alguien allegado a nosotros? ¿Las cadenas nos engañan para obtener más beneficios o somos nosotros los que dejamos que nos engañen?
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